Tragedia de Azú Lunala

Su silueta está en escudos
desde tiempo inmemorial.
Era un águila guerrera,
se llamaba Azú Lunala,
se elevaba con audacia
en su vuelo celestial,
figuraba en las banderas
y hasta en un sello postal
Pero en el sector rural,
tuvo insultos a montones,
por comerse a las gallinas
y atacar a los gorriones
-un instinto natural
que en su especie se propaga-
La caída fué fatal…
De ser símbolo en naciones
perdió todo su prestigio
no usó más el gorro frigio,
formó parte de una plaga,
siendo un ave de rapiña
que enfurece a la campiña,
como el buitre o el halcón.
Y la historia no termina,
ya veremos la razón:
Lo que así lo determina
es su enredo con el dron,
porque el dron es poderoso;
nació en la ciencia ficción;
nos podrá siempre servir
usando control remoto
para detectar señales,
predecir un terremoto
o desastres naturales…
y además ya se ha anunciado
un servicio de excepción:
El transporte de paquetes
de galpón a domicilio…
consumando así el idilio
que tenemos con el dron …
Mas los drones, sin embargo
pese a su escaso tamaño,
son capaces de hacer daño,
pueden ser armas de guerra
o ayudar al espionaje
en Japón o en Inglaterra
llegando a cualquier rincón
sin disturbios en el viaje
y sin gastos de peaje
transportando narco drogas
sin pasar por la inspección,
tirar bombas en ciudades
con pasmosa precisión.
Destruir aquellos drones
que son nuestros enemigos
se volvió nuestra misión
y por raro que parezca
se comienza a utilizar
una táctica siniestra
de entrenar aves maestras
como lo es Azú Lunala
a atraparlos en el vuelo
y volverlos a la tierra
como un exterminador
y así el águila guerrera,
explotado por el hombre
recupera así su nombre
de guerrero y vencedor