MADE IN SINGAPUR

Al entrar en la antesala
de una firma, en Singapur,
se encontraba una empleada
que elegante desplegaba
un intrépido glamour…
Sin embargo, sospechamos,
que había un toque poco claro
en su físico intrigante,
que su estilo era muy raro
y su voz, un papelón.
Pero al fin lo confirmamos,
escuchando a un visitante
sugerir con convicción,
“Esto es parte de una trama;
el emplear a dicha dama,
sería parte de un complot:
“Esta dama no es humana;
Esta dama es un robot”

………………………..
La robot nos escuchaba,
respondiendo muy segura
y sonriendo con mesura,
comentó con presunción
“Fun inventada aquí en el sur
y al igual que mis hermanas,
yo soy “made in Singapur”
y tenemos la misión
de invadir todo el planeta
ocupando los empleos
de una forma muy concreta
en que yo, en particular,
no sabré quedarme quieta.
Seguiré siempre adelante
y a aunque soy recepcionista
ya me están reprogramando
para ser economista”

Su respuesta era inquietante
y le respondí al instante
“La ascensión de los robots
va creando desempleo
no pagándose al estado
los impuestos de empleado
y aunque te parezca un sueño,
un robot es un esclavo,
dependiente de su dueño,
y lo peor es que al final,
alterar la paz social
traería un caos colosal…”

La robot me respondió
“Fuí inventada aquí en el sur
y al igual que mis hermanas,
yo soy “made in Singapur”

“¿No te importa ser esclava?”
le increpé muy intrigada,
pero ella me respondió:
“Fuí inventada aquí en el sur
y al igual que mis hermanas,
yo soy “made in Singapur”

y en medio de la oración,
uno, de manutención,
con su bolsa de herramientas,
se acercó por el pasillo
y le reemplazó un tornillo,
con extrema discreción

mientras ella proseguía:
“Fuí inventada aquí en el sur
y al igual que mis hermanas,
yo soy “made in Singapur”

 

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