CON PLUMEROS Y CON TRAPOS

Con plumeros y con trapos
que heredó de Cenicienta
cuando aun no era princesa
y andaba toda harapienta,
este artista original
decidió que los plumeros
y cerdas de escobillones
-al igual que Cenicienta-
merecen puestos mejores
que ser piezas de descarte,
como el envase de plástico
que ese destino comparte,
y guiado por esa meta
las convierte en obras de arte.
Así, siguiendo la trama
de su talento inaudito,
creó una extraña amalgama
con extremada paciencia,
que cambió asi el panorama
del mundo en que el arte habita
donde a menudo hace falta
un sujeto validante
que reafirme su excelencia,
que en este caso ocurrió
de manera espeluznante…
porque el artista visual
arquitecto y curador,
además de profesor
de trayectoria estelar,
siendo de Rive,r fanático
reaccionó como un petardo,
al descubrir, por azar,
que el gran Marcelo Gallardo
de ese equipo entrenador,
en un gesto telepático,
es sagaz coleccionista
de su obra original
convirtiéndose al instante
en su propio validante